¿Porqué las mujeres se cansan de estar casadas?

Antes que nada, algunos datos:

• Los hombres casados viven más que sus contrapartes solteros.
• Las mujeres solteras  viven más que las mujeres casadas.

De esto podemos deducir que, por alguna razón, el matrimonio es beneficioso para los hombres pero perjudicial para las mujeres. ¿Pero qué hace esta diferencia?

Según los sociólogos, es el matrimonio en sí mismo. Las uniones matrimoniales son en términos prácticos y emocionales más beneficiosos para hombres que mujeres ya que incluso en matrimonios donde hombres y mujeres comparten las responsabilidades económicas (muchos) y del hogar (los menos), las mujeres cargan con el cuidado emocional de la pareja y de la familia, es decir que las mujeres son las que cuidan de la familia extendida, los amigos, van a las reuniones de padres de familia (y aunque no vayan, son las que están pendientes de que alguien vaya, de cuando es y a qué hora, etc.) y se involucran en las actividades escolares, de la iglesia y de la comunidad en forma desproporcionada comparada con sus parejas. Adicionalmente, las esposas planean, organizan y estructuran la vida de toda la familia.

Es agotador ser la que siempre está pendiente de la temperatura emocional de una relación y la que mantiene los lazos familiares y comunales funcionando. Adicionalmente, este tipo de trabajo pasa desapercibido o es subvalorado e incluso en ocasiones resentido, lo cual puede llevar al incremento de las tensiones maritales y la insatisfacción marital. Y las mujeres son las más insatisfechas. Para muestra, más datos…

• Las mujeres son menos felices en sus matrimonios que los hombres
• Las mujeres son más tendentes s ver problemas en sus matrimonios que los hombres
• Las mujeres son las que, en la mayoría de los casos (2 de cada 3), presentan las demandas de divorcio o toman la decisión de separarse y son 3 veces más propensas que sus parejas a haber deseado intensamente divorciarse.
• Los hombres que ya han estado casados son más proclives a quererse casar nuevamente que las mujeres que ya han estado casadas (y algunas sencillamente están cerradas a la posibilidad de tener más hombres en su vida).

En nada ayuda la creencia que tiene muchas mujeres de que tienen “que aguantar” para salvar sus matrimonios, sino de la infelicidad, por lo menos del divorcio. De nada sirve porque no solo nada cambia de raíz, sino que se perpetúa el modelo al enseñarlo con el ejemplo que le dan a los hijos.

Y entonces, ¿qué hacer? Bueno, pues no lo mismo, si es que quiero tener un resultado diferente. Lo estudios indican que cuando los esposos toman más responsabilidad sobre el trabajo emocional, más allá de las labores domésticas y el cuidado de los niños, sus esposas son más felices e incluso saludables.

Y el esposo que sienta que esto no aplica a él, debería preguntarle a su esposa su opinión porque, como pudimos ver en los datos que dí, hay una desconexión en como un esposo y una esposa perciben como su pareja está viviendo o sintiéndose dentro del matrimonio.

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