1. Por Lealtades inconscientemente (lo transgeneracional):
Mi clan espera que viva la vida de pareja de una cierta manera. Cuando no la vivimos así, nos sentimos culpables o no pertenecientes.
Además, tendemos a elegir lo conocido, a sentirnos atraídos a personas con las que establecemos dinámicas repetitivas, que ya hemos visto en nuestra familia.
Pregunta de reflexión: los valores que aprendí, ¿les dieron fluidez a mis padres? ¿tienen legitimidad, congruencia con el presente? ¿Como vamos a hacer para construir unos valores NUESTROS? ¿Qué quiero conservar de lo que quiero cambiar?
2. Por nuestra herida de la infancia: Escogemos a la pareja,
Pregunta de reflexión: ¿Cómo veo, reconozco y valido yo misma mi herida? ¿Cómo me rescato, como adulta, del dolor?
3. Por llenar los vacíos de los padres/clan. Esto puede darse cuando,
Entonces escojo a la pareja para que llene el anhelo de mamá y papá. Son parejas que tienden a tener una convivencia como de hermanos (generalmente con poca o nula sexualidad)
Pregunta de reflexión: ¿Qué es lo que yo le estoy regalando al sistema con esta escogencia?
4. Por colusión
La colusión se origina por la necesidad afectiva no satisfecha durante nuestra infancia. Mientras estoy en colusión, digo que quiero algo pero hago cosas inconscientes para que no lo haga. Esa tensión permanente, genera un acercamiento intenso, pero nunca una verdadera intimidad.
Pregunta de reflexión: ¿cuáles son las semejanzas y diferencias encuentro entre mi pareja y mis padres?
La entrada ¿Por qué es difícil el amor? apareció primero en Tu Sexo Sentido.]]>Cerrar los ciclos nos permite llevar toda nuestra energía y presencia al ciclo nuevo, para poder vivirlo a plenitud. Estos son los 6 pasos para lograrlo:
Frase sanadora:
La relación de pareja necesita ser pareja, es decir, una relación entre iguales. Estos 6 reconocimientos fortalecen la relación de pareja porque nos recuerdan esta igualdad.
Frase que sana: «Veo y respeto a nuestras parejas anteriores, porque vinieron antes e hicieron un espacio para que vos y yo estemos juntos»
6. Lo que nos unió, también nos separará: Desde el inconciente, escogemos a la pareja perfecta para recrear nuestra herida de infancia. Obviamente, al inicio, cuando nos enamoramos, no parece así. Si logramos tomar responsabilidad por la herida que la otra persona me ayuda a recrear, empiezo a sanarla y nuestra relación se fortalece, porque es fuente de sanación, transformación y crecimiento para ambos.
Frase que sana: «Si lo que a vos te guía, no te permite quedarte conmigo, hoy te dejo libre, con amor. Y vos a mi”
Las máscaras son estrategias de sobrevivencia infantiles que resultan desadaptativas en adultez porque ocultan nuestro ser auténtico. Hay tres máscaras principales. Todos nos manifestamos a través de las tres, pero una es la más fuerte.
Y ahora, ¿Que puedo hacer?
“Todo este preámbulo para contarles que voy a estar escribiendo nuevamente y que eso me llena de alegría e ilusión. También intentaré ponerme al día y contestar todas las preguntas que me envían”
Ana Salgado. Abril 2018Esto fue lo último que supieron de mí. Fue el 8 de abril de 2018. Ya sé que parezco novio de los que se desaparecen y vuelven a aparecer con todo tipo de excusas baratas e inverosímiles para justificar su ausencia, pero les juro que es cierto.
10 días después de ese artículo mi querido país, Nicaragua, estalló en llamas políticamente en su peor crisis política en 30 años. Después de +300 muertos, centenares de heridos, desaparecidos, torturados, presos políticos y una opresión contra cualquier expresión de disidencia u oposición, pocas veces vista en nuestro hemisferio en años recientes, he terminado oficialmente de refugiada política en Estados Unidos con mi familia. Aquí un resumen de lo ocurrido (nada sexy, lo siento)
Todo este preámbulo para contarles que voy a estar escribiendo nuevamente y que eso me llena de alegría e ilusión. También intentaré ponerme al día y contestar todas las preguntas que me envían (dejavú, lo sé)
Y para que vean que esta vez sí es diferente y que mis intenciones son serias, los vengo a invitar a conocernos personalmente (YAY!) en un taller online sobre el tema que nos converge. Tenía bastante tiempo de querer volver a impartir talleres de sexualidad y por fin me he regalado el tiempo para compartir con todos Uds. este espacio de descubrimiento y sanación.
10% de descuento por inscribirse antes del 30 de Octubre
Toda la información y las opciones de inscripción y formas de pago las encuentra haciendo clic aquí
¡Los espero el próximo sábado!
Con cariño,
Ana
La entrada Taller online «Amor, Eros y Sexualidad» apareció primero en Tu Sexo Sentido.]]>Muchas blogueras, cuando se van a ir o dejar de escribir por alguna razón, avisan. Lo siento por no avisar. La verdad es que el torbellino de la maternidad me agarró de sorpresa a mi también.
En éste tiempo he tenido 3 embarazos y he parido 2 niñas que han ocupado cada pequeño rincón de mi vida y succionado hasta el último instante de tiempo y, en general, he estado enfocada en mi labor de esposa y mamá.
El trabajo ha pasado a un segundo plano y ahora trabajo solo medio tiempo.
Luna, mi hija mayor, ya tiene 3 años y va ha empezado a ir al colegio. Maia, la menor, ya tiene 7 meses. Y ya no abran más hijos. Esa etapa está cerrada. Y de pronto me ha hecho falta mi primer hijo, éste blog y todos sus lectores.
Tengo tanto nuevo que compartir con ustedes. En medio del torbellino, terminé una formación de casi 3 años en Constelaciones Familiares. Una mirada nueva e innovadora con respecto a las relaciones entre seres humanos y que ha probado ser invaluable en el trabajo terapéutico y de sanación.
Al ser una mirada nueva y más amplia, complementa y nutre el enfoque de la mayoría de los temas que se han tocado en éste blog. Y la verdad es que tengo muchas ganas de compartirla con ustedes.
Todo este preámbulo para contarles que voy a estar escribiendo nuevamente y que eso me llena de alegría e ilusión. También intentaré ponerme al día y contestar todas las preguntas que me envían.
Con cariño,
Ana
Si lo pensamos, a nivel biológico esto tiene todo el sentido: se liberan hormonas parecidas, se involucran las mismas partes del cuerpo (vagina, útero). Pero para poder verlo, por lo menos en el hemisferio occidental, tenemos que pensarlo mucho. Pasa que cuando pensamos en parto lo primero en lo que pensamos es en dolor.
Dice Ina May Gaskin, la partera más famosa de Estados Unidos en su libro Ina May’s Guía para el Parto Natural que la sexualidad asociada con parir era algo reconocido y conocido en todas las culturas ancestrales. Era un ritual meramente femenino y por tanto una mujer podía sentirse en confianza, dejarse llevar y experimentar la profunda conexión con su cuerpo que involucra parir. Llegando incluso a experimentar placer y orgasmos durante la expulsión del bebé.
Esto es algo impensable en nuestra cultura, por tres factores fundamentales:
Con quien: Dice Ina May que esta intimidad del acto de dar a luz se perdió cuando, en vez de parteras, fueron los médicos, generalmente hombres, los que empezaron a atender los partos. Siendo este un acto sexual (en el sentido que incluye genitales, posible placer, gemidos y mucha desnudez) los médicos tuvieron la preocupación de cómo cuidar el pudor y la modestia de sus pacientes y poco a poco se fue negando el sentido sexual del acto.
El donde: Luego, movimos los partos a los hospitales. El lugar menos íntimo y sexy de todos. Ir a un hospital es atemorizante de por sí. Adicionalmente, en los hospitales se trata el parto como que fuera una enfermedad cuando no lo es, lo que asusta a todos. Y sabemos que el miedo es el primer enemigo del placer, la sensualidad o la intimidad.
Lo religioso: La Biblia dice «parirás con dolor» como castigo por el pecado original. Por tanto, nuestra cultura judeo-cristiana eso es lo que espera. Hay relatos de exploradores europeos impresionados porque en culturas ancestrales como los esquimales las mujeres paren sin dolor. Lo pueden hacer porque eso es lo que esperan. Pero si yo lo que espero es lo que se mira en los medios sobre el parto, obviamente que le van a pasar cosas a mi cuerpo para que el parto sea doloroso.
Esto no es algo de una persona. Comparte una May en su libro una encuenta a 150 mujeres y 20% reportaron hacer experimentado algún tipo de placer durante la labor de parto. Eso sí, en las condiciones de privacidad, intimidad y relajación necesaria (generalmente fuera de los hospitales).
Otras mujeres, reportan experimentar deseo sexual al inicio de las contracciones y que el masturbarse las ayuda a tener partos con poco dolor, a dilatar más rápidamente. En el sitio «El parto es nuestro» una de las usuarias escribe:
«que durante los cuatro últimas noches antes del parto, a eso de las tres de la mañana me subían unos calores… un deseo sexual se apoderaba de mí. Mi marido, claro, roncando a mi lado…así que me voy al otro cuarto y doy rienda suelta a mi deseo… La noche del parto, entre las primeras contracciones, me ocurrió lo mismo… y pensé… «Allá voy… seguro que esto ayuda»… y ahora la gran pregunta que me hago…que os hago… ¿creéis que esto puede ser la gran causa de mi maravilloso parto? Es algo a lo que no dejo de darle vueltas y que mi cuerpo me responde que sí… ¿hacen esto las leonas, las gorilas…? ¿Se masturban antes del parto?»
Volviendo a las similitudes entre el acto sexual y parir, es un poco como que dejáramos de hacer el amor en la intimidad de nuestro hogar y de pronto nos pareciera mejor y más seguro hacerlo en un hospital. En una cama muy incómoda, con luces, frío y un montón de estudiantes viéndonos, tomando nota y «haciéndonos tactos» para comprobar la lubricación. Seguramente se extinguirían las erecciones, las lubricaciones y por supuesto los orgasmos.
La entrada Maternidad y sexualidad: El parto apareció primero en Tu Sexo Sentido.]]>Por eso resulta tan extraño que se «virginise» tanto la maternidad. Nos incomoda pensar en las mujeres embarazadas, en la plenitud de su proceso reproductivo, como seres sexuales.
El cuerpo de la mujer embarazada está hecho para la sexualidad. Es, de una forma poco convencional, un cuerpo sexualizado: los pechos crecen, los genitales se llenan más de sangre y por tanto la vagina lubrica mejor, la piel y el pelo resplandecen y nos hace ver especialmente bonitas. Es la manera de la naturaleza de fomentar el acto sexual.
Además, muchas mujeres se sienten mucho más dispuestas. El cóctel hormonal incrementa el deseo sexual de la mujer embarazada y muchas experimentan más y mejores orgasmos en este estado.
La sexualidad es una necesidad que se traduce en la búsqueda de afecto, contacto, placer e intimidad. Todo esto ayuda a la mujer a mantener un estado de bienestar que es beneficioso para todos, inclusive para el bebé. Todo lo que la madre siente, lo siente el bebé. ¿Qué mejor entonces, que la mamá se sienta amada y plena?
Lo que podría ser un tiempo de plenitud sexual para la mujer y su pareja, se ve demasiadas veces nublado por varios mitos con respecto al embarazo y la sexualidad. El más común es el miedo a hacer daño al bebé durante la penetración. Miedo que se remedia con un poco de información y entendimiento de la anatomía.
Lo otro que sucede es que la mujer puede presentar una manchita de sangre después de la relación sexual. Esto llena a la mujer de culpa y miedo por la posibilidad de aborto. En realidad esto sucede porque el cuello del útero está más irrigado en este tiempo y puede sangrar. Pero a menos que sea una mancha de sangre como si estuviéramos menstruando, la verdad es que no hay peligro (a menos que sea un embarazo de alto riesgo. En esos casos ya el ginecólogo dará instrucciones en este sentido)
En consulta encuentro diversos disfunciones sexuales asociadas al inicio del embarazo o la maternidad, sin una explicación física clara. Falta de deseo sexual, incapacidad de alcanzar orgasmos, rechazo a la pareja. En muchos casos, entonces, el embarazo y la maternidad termina siendo un antes y un después en cuanto a la sexualidad. A veces la normalidad se recupera cuando nace el bebé y en ocasiones, esto no es así. En estos casos se hace necesario buscar ayuda profesional para ayudar a resolver cada caso.
La entrada Maternidad y sexualidad: el embarazo apareció primero en Tu Sexo Sentido.]]>
Esta fantasía en la que vivo la mayor parte del tiempo se estrella de cuando en cuando con la realidad cada vez que llega un padre y/o madre de familia a consulta por tener un hij@ homosexual.
Generalmente vienen además, en medio de la crisis, con una enorme cantidad de sufrimiento y confusión con dos objetivos:
1. Aclarar porque les ha pasado esto a ellos, a su hijo, a su familia. Todo esto en tono de tragedia
2. Si yo puedo solucionar el problema. Siendo el problema que su hijo es homosexual.
El primer punto se soluciona con un poco de aceptación y perspectiva. Finalmente la homosexualidad no es ninguna tragedia en el sentido biológico. Es decir, que la naturaleza no lo considera un defecto. La homosexualidad se encuentra en todo el reino animal con la misma prevalencia que en los humanos (entre el 5 y el 10% de la pobleción) con la diferencia que los gusanos, los elefantes, los gatos y los zopilotes comprenden (a veces mejor que nosotros) que es natural y no le ponen la carga social que nosotros le ponemos y por tanto la mamá elefanta no sufre como tragedia el que su hijo le gusten otros de su mismo sexo.
Si se vive como tragedia, se vuelve tragedia. Especialmente porque el hijo siente el rechazo de los padres pero no puede hacer nada por cambiar lo que ES.
El segundo punto se aclara entendiendo que la homosexualidad no es una enfermedad y por tanto no se puede prevenir, curar ni puede tratarse. Tampoco es «culpa» de los padres ni de las circunstancias. Homosexual (así como mujer, hombre, moreno o chele, colocho o chirizo), se nace. Las últimas investigaciones científicas lo han logrado comprobar.
La entrada Tener un hijo gay apareció primero en Tu Sexo Sentido.]]>Sin embargo, detrás de todos estos magnos eventos, están las historias particulares. Y aquí todavía hay mucho por hacer. Hay pocos temas (tal vez la masturbación sea el único) que genere tanto crispamiento en un padre de familia como la homosexualidad, posible o comprobada de su hijo o hija.
Este es un tema complejo que causa dolor y sufrimiento a todos los involucrados. Por una parte están los padres, que no aceptan al hijo que tienen, que sienten una mezcla de rechazo, culpa, incredulidad, enojo…
Y por otra el hijo, sin mucho que hacer ante lo que no se puede cambiar, sintiéndose rechazado, culpable y solo. Pero sobretodo injustamente tratado. Finalmente no es algo que hace, prefiere, opta o decide, sino que ES. En español el «ser» es inamovible, inmutable, es intrínseco a la naturaleza de la persona. Lo que se ES está exento de «opción» y por tanto el castigo (en forma de rechazo, exclusión, regaño, etc) no tiene lógica, se siente injusto.
Los hijos se llevan generalmente, la peor parte. No en balde las estadísticas de suicidios, adicciones, conductas sexuales de riesgo y demás comportamientos auto destructivo es mucho más alto en la comunidad LGTBI que en el resto de la población.
Y es que la familia es nuestro refugio. Si tenemos su apoyo cualquier rechazo social que pueda existir (que cada vez es menor) se siente más llevadero. No pasa así cuando socialmente se te reconoce pero tu familia te excluye. Lo social no logra sanar la soledad y el vacío del rechazo familiar.
La entrada Homosexualidad: Medios, leyes y familias apareció primero en Tu Sexo Sentido.]]>